viernes, 9 de diciembre de 2011

INSTRUCCIONES PARA RECONOCER A UNA BRUJA (20)

Miedo de bruja

La bruja no sabía esperar . Cuando quería algo lo quería “inmediatamente”.
Así decía:
“Vení acá, inmediatamente”
“Lavá los platos, inmediatamente”
“Levantá ese papel del suelo, inmediatamente”
“Terminá la sopa, inmediatamente”
A mi me daba mucho miedo y salía corriendo a hacer las cosas “inmediatamente”
Pero Nicanor no podía. Estaba siempre distraído o pensando en otra cosa y casi sin darse cuenta le contestaba:
“Ya vaaaaaa....” y no hacía nada.
La bruja empezaba a ponerse de todos colores.
Primero roja.
Después verde con estrellitas en los ojos.
Al final blanca como una hoja de papel.
No es que Nicanor no le tuviera miedo.
Le tenía tanto miedo que no se podía mover.
Más le gritaba la bruja, más miedo tenía Nicanor, menos hacía.
Menos hacía Nicanor, más blanca se ponía la bruja, más le gritaba.
Podían pasar así un día entero.
Me quedé pensando que también la había escuchado muchas veces decirle a mi papá:
- Señor, no me haga perder el tiempo.
El le contestaba siempre:
- Disculpe Usted.
También decía de mi abuela :
“No atiendo el teléfono porque la abuela de ustedes me hace perder el tiempo”
Así que anotamos en la lista de los miedos de la bruja “perder el tiempo”.
También nos acordamos de cuando la bruja se puso como loca con la sopa de letras y anotamos “leer y escribir” .
Volvimos al libro de fábulas a ver qué más había que hacer porque ya teníamos dos miedos de bruja y un montón de cosas a las que nosotros les teníamos mucho miedo.
Leyendo descubrimos algo que ya sabíamos pero no nos habíamos dado cuenta. El asunto ese de que a las brujas no les gusta para nada, para nada la música y que estaba requetecontraprohibidísmo cantar.
Estábamos discutiendo sobre esas cosas cuando sonó el timbre de la puerta. Era Octavio el vecino de al lado que quería saber si le podíamos prestar la revista del cable. Lo hicimos pasar para que no se quedara esperando afuera y justo en ese momento llegó la bruja que se había ido de compras mientras nos cuidaba Carlota.
AAAAAAAHHHHHHHH! Pegó un grito horrible ¿Qué hace este hombre aquí?
Es Octavio el vecino , le respondió Nicanor
¿Quién le dio permiso para entrar? me dijo mirándome fijo a los ojos y agarrándome del brazo. ¿No dije yo que a la casa no puede entrar NADIE sin mi permiso, y mucho menos un vecino?
Nicanor y yo nos miramos. Le di la revista a Octavio que se fue rápido y sin entender nada de nada.
- Menos mal que se fue. No dejen entrar a nadie nunca pero nunca más, repetía la bruja con un temblor en la voz.
Cuando nos quedamos solos anotamos: miedo a los vecinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario