jueves, 10 de noviembre de 2011

INSTRUCCIONES PARA RECONOCER A UNA BRUJA (14)

Brujas en la escuela

Algo se debe haber sospechado la bruja porque un día de repente abrió la puerta de mi cuarto y se río.
Después se puso seria y me dijo:
- Te vamos a cambiar de escuela.
Esa tarde fuimos a comprar el uniforme nuevo para la escuela nueva.
Me trajeron un delantal marrón clarito. Horrible. Enorme.
- ¿En qué escuela usan esto?, pregunté
y también protesté:
- ¡Me queda enormeeeeee......!
- Una escuela para gente distinguida, elegante, de buena clase social, en fin de gente como yo, me respondió mientras se miraba al espejo y se acariciaba el pelo, que ese día era de color negro con reflejos plateados.
Entonces me di cuenta de que me iba a mandar a una escuela llena de brujas.
Se lo quise decir a mi papá.
Aproveché para decírselo a la hora en que la bruja dormía la siesta.
Pero ese día estaban dando San Lorenzo vs. Huracán en vivo por la tele y también por la radio.
- No me quiero cambiar de escuela papá
- ¡Gooooool!
- Porque seguro que va a estar lleno de brujas ahí.
- ¡La hora, referí! ¡La horaaaaa!
- Y yo estoy contenta ahí en donde estoy. Tengo muchos amigos.
-¡Penal! ¡Penal! Justo en el último minuto ¡Penal!
- ¿Me escuchaste papá? ¿Estás de acuerdo?
- Sí nena, sí.
Me quedé tranquila y me fui a dormir. Sin embargo al día siguiente me despertó la bruja con el delantal marroncito en la mano diciendo:
- Apurate que tu padre te lleva a la escuela.
Media hora después pasaba por debajo de una puerta enorme de madera que llevaba a un enorme patio lleno de chicas con delantales marrón clarito que se reían fuerte, con risa de bruja.

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