martes, 20 de septiembre de 2011

INSTRUCCIONES PARA RECONOCER A UNA BRUJA (6)

Sin palabras

A esta altura ustedes se preguntarán que cómo se había metido la bruja en mi casa.
Yo también.
Nunca supe como consiguió el trabajo.
Sería porque mi papá estaba siempre muy ocupado.
Y cuando estaba no escuchaba, ni hablaba casi nada.
Decía: “ sí” , “como no”, “bueno” y “ahora voy” .
Decía también otras cosas cuando era fin de semana como por ejemplo: gol, partido, pelota, referí y penal.
A veces ella le decía:
- Deme plata.
El metía la mano en el bolsillo y le daba.
Pero cuando lo quería hacer yo no funcionaba.
Mi papá me miraba de reojo y me decía :
- ¡Muy lindo, muy lindo! Y seguía haciendo lo que fuera que estuviera haciendo.
Al principio yo creía que era en serio, porque lo decía cuando le llevaba mi cuaderno lleno de muy bien dieces. Pero después empecé a probar con otras cosas:
Un dibujo mamarracho.
Una banana mordida.
Un huevo duro.
Una camiseta de huracán
Ahí fue que me di cuenta.
Que no podía ser. Que era mentira.
Una camiseta de huracán no.
El mismo me había enseñado cuando yo era muy chiquita a cantar:
¡Ciclón, ciclón qué grande sos!
Entonces empecé a prestar atención y me di cuenta de que a mi papá le faltaban un montón de palabras.
Ese día decidí que algo había que hacer aunque no sabía bien qué.
Yo era la única a la que todavía no había podido embrujar.

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